sábado, 3 de noviembre de 2012

Poema de Tlaltecaltzin

(Tlaltecatzin icuic)
En la soledad yo canto
a aquel que es mi Dios
En el lugar de la luz y el calor,
en el lugar del mando,
el florido cacao está espumoso,
la bebida que con flores embriaga.

Yo tengo anhelo,
lo saborea mi corazón,
se embriaga mi corazón,
en verdad mi corazón lo sabe:

¡Ave roja de cuello de hule!,
fresca y ardorosa,
luces tu guirnalda de flores.
¡Oh madre!
Dulce, sabrosa mujer,
preciosa flor de maíz tostado,
sólo te prestas,
serás abandonada,
tendrás que irte,
quedarás descarnada.

Aquí tu has venido,
frente a los príncipes,
tú, maravillosa criatura,
invitas al placer.
Sobre la estera de plumas amarillas y azules
aquí está erguida.
Preciosa flor de maíz tostado,
sólo te prestas,
serás abandonada,
tendrás que irte,
quedarás descarnada.

El floreciente cacao
ya tiene espuma,
se repartió la flor del tabaco.
Si mi corazón lo gustara,
mi vida se embriagaría.
Cada uno está aquí,
sobre la tierra,
vosotros señores, mis príncipes,
si mi corazón los gustara,
se embriagaría.

Yo sólo me aflijo,
digo:
que no vaya yo
al lugar de los descarnados.
Mi vida es cosa preciosa.
Yo sólo soy,
yo soy un cantor,
de oro son las flores que tengo.
Ya tengo que abandonarla,
sólo contemplo mi casa
en hilera se quedan las flores.
¿Tal vez grandes jades,
extendidos plumajes
son acaso mi precio?
Sólo tendré que marcharme,
alguna vez será,
yo sólo me voy,
iré a perderme.
A mí mismo me abandono,
¡Ah, mi Dios!
Digo: váyame yo,
como los muertos sea envuelto,
yo cantor,
sea así.
¿Podría alguien acaso adueñarse de mi corazón?
Yo solo así habré de irme,
con flores cubierto mi corazón.
Se destruirán los plumajes de quetzal,
los jades preciosos
que fueron labrados con arte.
¡En ninguna parte está su modelo
sobre la tierra!
Que sea así,
y que sea sin violencia.











/
Tlaltecatzin /

domingo, 28 de agosto de 2011

Explicación del granizo

Es el domingo de la realidad,
la costumbre más grata
de toda su polvorienta matemática.
Es el acontecimiento visto en la niñez
que para siempre nos dejó la certeza
de que el mundo es transparente.


/Mario Payeras/Poemas de la Zona Reina/

domingo, 3 de octubre de 2010

A María Luisa Shew

No ha mucho, quien escribe, en loco orgullo
de intelectualidad, sostuvo el íntegro
"Poder de las Palabras": -negó siempre
que en el cerebro humano un pensamiento
cupiera, inexpresable en lengua humana.
Y hoy, -ironía a su jactancia estéril-
dos palabras no más -suaves disílabos
de ítalo son, que el serafín acaso
forjó, soñando ante el lunar "rocío
que el collado de Hermón viste de perlas"-
despertaron en su alma pensamientos
como impensados: ánimas de ideas;
tan profundas, tan célicas visiones,
que ni el propio Israfel, "ángel que tiene
la voz más dulce entre los sesre todos",
supiera concertarlas. y mi hechizo,
roto está; cae la pluma de mi mano.
Con tu nombre por texto, ni a orden tuya
puedo escribir -ni hablar, ni pensar puedo;
¡Ah! ni sentir; que no es sentir, la extática,
la muda permanencia en los umbrales
del gran pórtico abierto de los sueños;
trémulo, ante la espléndida avenida,-
trémulo de no ver -allá, a mi diestra
y a mi siniestra mano, y hasta el fondo
del camino, en que al fin, nieblas purpúreas
cierran toda visión -más que a ti sola.

/Edgar Allan Poe/

sábado, 2 de octubre de 2010

Su día más feliz, su hora más bella,
viviólos ya mi corazón marchito.
Sus esperanzas de poder y orgullo
pasaron ya: lo siento.

¿De poder, dije? -Sí: tan altos eran
(desvanecidos con el tiempo, ¡ay triste!)
auqellos sueños que ensoñaban antaño.
Fueron: Huyan por siempre.

¿Y tú, qué vuelves a insinuarme, Orgullo?
Ya sobre mí vertiste tu veneno:
Puede otra frente conocerlo ahora.
Queda en paz, alma mía.

El día más feliz, la hora más bella
que mis ojos verán -que vieron nunca-
con la mirada que encendió el orgullo
y el poderío, huyeron.

Más si esperanzas de poder y orgullo
se me ofrecieran hoy, con aquel mismo
dolor que supe entonces, no querría
revivir la hora excelsa:

Hubo en sus alas tenebrosos hechizo.
Filtro mortal -y al revolar, potente
lo difundió, para destruir un alma
que bien lo conocía.

/Edgar Allan Poe/

viernes, 1 de octubre de 2010

Epitafio para Joaquín Pasos

1. Aquí pasaba a pie por estas calles, sin empleo ni puesto,
y sin un peso.
Sólo poetas, putas y picados conocieron sus versos.
Nunca estuvo en el extranjero.
Estuvo preso.
Ahora está muerto.
No tiene ningún monumento.
Pero
recordadle cuando tengáis puentes de concreto,
grandes turbinas, tractores, plateados graneros,
buenos gobiernos.
Porque él purificó en sus poemas el lenguaje de su pueblo
en el que un día se escribirán los tratados de comercio,
la Constitución, las cartas de amor, y los decretos.


4. ¿Crees que esta esquina de la vendedora de guayabas
donde vos me encontraste con terror y con júbilo
aunque sólo demostraste palidez y silencio)
la borrarán Los Angeles, Les Champs-Elysees?


5. ¿No has leído amor mío, en Novedades:
CENTINELA DE LA PAZ , GENIO DEL TRABAJO
PALADÍN DE LA DEMOCRACIA EN AMÉRICA
DEFENSOR DEL CATOLICISMO EN AMÉRICA
EL PROTECTOR DEL PUEBLO
EL BENEFACTOR...?
Le saquean al pueblo su lenguaje.
Y falsifican las palabras del pueblo.
(Exactamente como el dinero del pueblo.)
Por eso los poetas pulimos tanto un poema.
Y por eso son importantes mis poemas de amor.


7. Ileana: la Galaxia de Andrómeda,
a 700.000 años luz,
que se puede mirar a simple vista en una noche clara,
está más cerca que tú.
Otros ojos solitarios estarán mirándome desde Andrómeda,
en la noche de ellos. Yo a ti no te veo.
Ileana: la distancia es tiempo, y el tiempo vuela.
A 200 millones de millas por hora el universo
se está expandiendo hacia la Nada.
Y tú estás lejos de mí como a millones de años.


8. Como canta de noche la esquirina
al esquirín que está sobre otra rama:
«Esquirín,
si querés que vaya, iré
si querés que vaya, iré»,
y a su rama la llama el esquirín:
«Esquirina,
si querés venir, vení
si querés venir, vení» ,
y cuando ella se va a donde él está
el esquirín se va para otra rama:
así te llamo yo a ti,
y tú te vas.
Así te llamo yo a ti,
y tú te vas.

10. Cuando los dorados corteses florecieron
nosotros dos estábamos enamorados.
Todavía tienen flores los corteses
y nosotros ya somos dos extraños.


12. La persona más próxima a mí
eres tú, a la que sin embargo
no veo desde hace tanto tiempo
más que en sueños.


15. Viniste a visitarme
en sueños

pero el vacío
que dejaste cuando
te fuiste

fue realidad

jueves, 30 de septiembre de 2010

Solo

Desde las horas de mi infancia,
yo nunca fuí como los otros;
no vi jamás como los otros vieron,
no adoré ni odié como todos.
En la fuente común, yo nunca
bebí mis penas ni mis gozos;
y soñé siempre sueños míos,
y cuanto amé, lo amé yo solo.
Pues ya en mi infancia -en esa aurora
de mi destino tormentoso-,
de cada Ser: -de cada abismo
que el Bien y el Mal lleva en su fondo,
surgió ante mí- surge el Misterio,
que embruja el alma silencioso:
surgió del torrente o la fuente,
del quieto monte y mar sonoro,
del lento sol que esclarecía
los áureos tintes del otoño,
del relámpago que incendiaba
sobre mi frente cielos lóbregos,
del trueno bronco y la tormenta
o de la nube que allá en lo hondo
de un claro Cielo, perfilaba
quizá un Demonio ante mis ojos.

/Edgar Allan Poe/

sábado, 25 de septiembre de 2010

Epigrama 1

Te doy, Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña.
Los he escrito sencillos para que tú los entiendas.
Son para ti solamente, pero si a ti no te interesan,
un día se divulgarán tal vez por toda Hispanoamérica.
Y si al amor que los dictó, tú también lo desprecias,
otras soñarán con este amor que no fue para ellas.
Y tal vez verás, Claudia, que estos poemas,
(escritos para conquistarte a ti) despiertan
en otras parejas enamoradas que los lean
los besos que en ti no despertó el poeta.

/Ernesto Cardenal/

viernes, 24 de septiembre de 2010

Epigrama 3

Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido:
yo porque tú eras lo que yo más amaba
y tú porque yo era el que te amaba más.
Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti
pero a ti no te amarán como te amaba yo.

/Ernesto Cardenal/

domingo, 19 de septiembre de 2010

Epigrama 6

Yo he repartido papeletas clandestinas,
gritando: ¡VIVA LA LIBERTAD! en plena calle
desafiando a los guardias armados.
Yo participé en la rebelión de abril:
pero palidezco cuando paso por tu casa
y tu sola mirada me hace temblar.

/Ernesto Cardenal/

sábado, 18 de septiembre de 2010

Epigrama 13

Tomarse con los brazos el uno al otro,
dándose cada uno a los brazos del otro.
Qué diferente sentirte dentro de uno
que sentirse uno solo dentro de uno
es decir, vacío.
¿Será que es soledad tu abrazo
y tus besos sólo sed?
Me parece oírte que de mí no te sacias nunca.
Yo que fui antes buen catador de amarguras.

/Ernesto Cardenal/

martes, 14 de septiembre de 2010

Miserable Cátulo

Miserable Cátulo, basta de locuras.
Lo perdido está perdido.
Hubo días luminosos
cuando ibas a donde ella deseara.
La mujer amada
lo será como ninguna otra.
entonces tú querías gozos sin fin
y ella también.
Hubo días luminosos.
Ahora ella no quiere. Tú deja la debilidad.
No quieras,
no sigas si huye, no vivas tristemente,
levanta el ánimo, soporta.
Adiós, mujer. Cátulo soporta.
Jamás volverá a buscarte ni a rogarte
contra tu voluntad.
¡Sufrirás mucho cuando nadie te ruegue!
Eres malvada, ¡pobre de ti, la vida que te aguarda!
¿Se te acercará alguno? ¿Te verán bella?
¿Amarás a otro?
¿A quién dirán que perteneces?
¿A quien besarás? ¿Qué labios morderás?
Y tú, Cátulo... soporta.

/Cátulo/

lunes, 13 de septiembre de 2010

Hola, joven

Hola, joven... Tu nariz
no es pequeña,
tus pies no son bellos ni tus ojos negros,
no tienes dedos largos ni la boca limpia
ni, por cierto, una lengua elegante.
Amiga del formiano dispendioso.
¿Acaso eres la que más allá de la frontera
comparan con mi Lesbia?
¡Siglo verdaderamente estúpido y grosero!

/Cátulo/

jueves, 15 de julio de 2010

Otra balada

Aquí termina el testamento,
y también acaba el pobre Villon.
Vengan a su entierro
cuando oigan las campanas,
vestidos de rojo escarlata,
pues murió mártir de amor.
Esto juró sobre sus propias bolas,
cuando del mundo quiso partir.

Y bien sé que no miente,
pues fue perseguido como un leproso,
odiado por aquella a quien amaba;
tanto que, de aquí al Roussillon,
no hay arbusto ni espina
que no tenga -y dicho sin mentir-
un jirón de su ropa,
cuando del mundo quiso partir.

Así es y tan verdadero,
que al mori no tenía más que harapos.
Y es más, al morir, aún de esta manera
le seguía picando el aguijón del Amor;
más agudo y firme que un punzón
de talabartero, se lo hacía sentir,
ajustando más fuerte que el cinturón,
cuando del mundo quiso partir.

Príncipe, gentil como el halcón,
escucha lo que hizo antes de morir:
se tomó un trago de vino tinto,
cuando del mundo quiso partir.

/Francois Villon/

miércoles, 14 de julio de 2010

Bebiendo solo a la luz de la luna

Si el Cielo no tuviera amor por el vino,
no habría una Estrella del Vino en el cielo.
Si la Tierra no tuviera amor por el vino,
no habría una ciudad llamada Fuentes de Vino.
Como el Cielo y la Tierra aman el vino,
puedo amar el vino sin avergonzar al Cielo.
Dicen que el vino claro es un santo,
el vino espeso sigue el camino (Tao) del sabio.
He bebido profundamente de santo y de sabio,
¿qué necesidad entonces de estudiar los espíritus
y los mortales?
Con tres copas penetro el Gran Tao,
tomo todo un jarro, y el mundo y yo somos uno.
Tales cosas como las que he soñado en vino,
nunca les serán contadas a los sobrios.

/Li Po/

martes, 13 de julio de 2010

Balada del perdón

A cartujos y a celestinos,
a mendicantes y a devotas,
a holgazanes y a presumidos,
a rufianes y bellas cortesanas
que usan camisa y ajustada la cintura,
a vanidosos, muertos de amor
que calzan sin quejarse botas ásperas
a todos les grito: ¡Perdón!

a las putitas que enseñan las tetas
para atraer a su gentil clientela,
a los pendencieros que provocan alborotos,
a saltimbanquis con sus entretenimientos,
a locos y a locas, a papanatas y tontas,
que silban de seis en seis
con vejigas y cetros,
a todos les grito: ¡Perdón!

Pero no a los traidores mastines
que me han hecho penar día y noche
y a los que ya no temo, son
sólo tres insignificantes cagadores.
Haría para ellos pedos y eructos,
pero no puedo, pues estoy sentado.
Y entonces, para evitar querellas,
a todos les grito: ¡Perdón!

Que les aplanen las quince costillas
con grandes mazos, fuertes y pesados,
con látigos que tengan pelotas de plomo,
a todos les grito: ¡Perdón!

/Francois Villon/

lunes, 12 de julio de 2010

Balada de buena doctrina

Ya seas portador de bulas,
o tramposo en juego de dados,
acuñador de monedas falsas
(con riesgo de ser escaldado),
traidores perjures, falto de palabra;
seas ladrón, rapiñador o saqueador,
¿a dónde crees que va tu dinero?
Todo a la taberna y a las mujeres.

Versea, haz burlas, toca el címbalo y el laúd,
seas loco, disfrazado o desvergonzado;
seas charlatán, farsante, tocador de flauta;
representes en villas y ciudades farsas,
juegos e inmoralidades;
ganes al azar, a las cartas, a los bolos.
Escucha bien: también se va
todo a la tarberna y a las mujeres.

¿Ante tales inmundicias retrocedes?
Trabaja, siega campos y prados,
atiende y alimenta a caballos y mulas,
si es que no eres letrado de algún modo;
tendrás bastante, si le tomas gusto.
Pero si tomas el cáñamo o lo limpias,
¿no dedicas el trabajo que has hecho,
todo a las tabernas y a las mujeres?
Toma tus calzas, recoge tus vestidos
y todas tus ropas;
antes de hacer algo peor, llévatelo
todo a las tabernas y a las mujeres.

/Francois Villon/

domingo, 11 de julio de 2010

Epitalamio

Tus manos introducirán mi bello miembro asnil
En el sagrado burdel abierto entre tus muslos
Y quiero confesarlo, a pesar de Avinain,
¡Qué me importa tu amor con tal que alcances gozo!


Mi boca a tus pechos blancos como petits suisses
Hará el abyecto honor de chupadas sin veneno
De mi verga masculina en tu coño femenino
El esperma caerá como el oro en los moldes.


¡Oh, mi tierna puta! tus nalgas han vencido
De todos los frutos pulposos el sabroso misterio,
La humilde rotundidad sin sexo de la tierra,


La luna, cada mes, tan orgulloso de su culo
Y de tus ojos surge aunque les veles
Esta obscura claridad que de las estrellas cae.



/Guillaume Apollinaire/Las 11,000 vergas/

sábado, 10 de julio de 2010

viernes, 9 de julio de 2010

Borracho y Sobrio

Un huésped reside en mí,
nuestros intereses no son completamente los mismos.
Uno de nosotros está borracho,
el otro está siempre despierto.
Despierto y sobrio
nos reímos el uno del otro,
y no comprendemos el mundo del otro.
Propiedades y convenciones,
qué tontería seguirlas muy seriamente.
Sé orgulloso, no estés involucrado,
entonces te acercarás a la sabiduría.
Escucha tú, viejo borracho,
cuando el día muere,
enciende una vela.

/Tao Yuan-ming/

jueves, 8 de julio de 2010

Retiro en Chung Nan

Ya maduro, mi corazón
halló la senda,
Y decidí vivir
al pie de esta montaña.
Cuando mi espíritu se agita,
vago solitario
En medio de la belleza
que es todo para mí.
Sigo caminando hasta donde el agua
obstruye mi sendero,
Luego me siento y contemplo
las nubes que ascienden:
Y algún día encontraré
al viejo leñador
Y charlaré y reiré
sin retornar jamás.

/Wang Wei/
una de varias posibilidades de traducción

miércoles, 7 de julio de 2010

Mudanza de casa

Hubo un tiempo en el que quería vivir en una villa del Sur,
pero no porque me guiaran los augurios.
había escuchado que muchos hombres simples vivían allí,
con ellos estaría contento de pasar mis mañanas y mis noches.
Durante muchos años este fue mi deseo,
y hoy voy a realizar mi tarea.
Una cabaña tan pobre no necesita ser espaciosa,
todo lo que quiero es una cama y un colchón.
Con frecuencia mis vecinos vendrán a verme,
discutiremos vociferando acerca de los tiempos de la antigüedad,
disfrutaremos leyendo escritos raros,
y aclararemos todas las interpretaciones dudosas.

/Tao Yuan-ming/

martes, 6 de julio de 2010

No a liberar a Irak de mí

Esta tinta derramada en vuestra prensa
es la sangre de mi país.
Esta luz diluviada de vuestras pantallas
es el brillo de los ojos en los niños de Basora.
Éste que está sollozando en la oscuridad de su exilio
soy yo;
Huérfano después de que hayáis matado a mis padres: Tigris y Eufrates;
Viudo después de que hubierais crucificado la pareja de mi alma: Irak
Oh... por ti, tierra mía: crucificada de entre las regiones.

Ay... de vosotros, señores de la guerra
Escuchadme:
No a la fiesta de los ejércitos en el tejado de mi casa.
No al verdugo que habéis plantado o al que vais a plantear.
No a vuestra libertad caída sobre las cabezas de mi gente en bombas
No a liberar Irak de mí o a mí de él.
Yo soy Irak.

Mis hierbas son las letras y sé lo que quiero.
Dejadme a mí mismo, a mi rabel y a vuestra ausencia.
Volved a vuestras películas detrás del océano.
Dejad para mí lo que queda
de los minaretes, de los mausoleos de mis ancestros,
de las tumbas de mi familia ...
Y bebed de las copas del petróleo hasta que os saciéis.

Robad la miel del azufre y la arena del desierto.
Llevad con vosotros vuestros clientes.
Llevaos al dictador con cada parte de vosotros que ha comprado con mi sangre.
Llevad lo que queráis y marchad,
dejadme sólo
con lo derribado de los sueños de mi hermana,
con el incendio de las palmeras en las orillas de Mesopotamia,
con los huesos de mi padre
y el té de la merienda.

Dejadme sólo
con las canciones tristes del sur,
con la danza degollada del norte
y con el pavo real de los Yasidíes.
Dejadme sólo
curando las heridas de mi tierra Irak
Sólo...
igual que María...
sólo con mi solitario...
Mi país: el crucificado de entre las regiones.
Sabré cómo animar su resurrección.

Sabrá cómo renacer de su ceniza.
¿Acaso habéis olvidado que él es el creador del Fénix?


Ay, un infierno, para vosotros señores de la guerra
Escuchadme:
No asustéis a las nubes de Bagdad con vuestros aviones.
No sembréis soldados en nuestro jardín.
No quitéis la chilaba a mi madre.
No. Grito no a liberar Irak de mí o a mí de él.
Yo soy Irak.
Las aldeas han florecido de mi abrigo, y sé lo que quiero.
Dejadme a mí mismo, a mi familia y a vuestro olvido.


/Muhsin Al-Ramli/

domingo, 4 de julio de 2010

Muhammad

Muhammad,
acurrucado en brazos de su padre, es un pájaro
temeroso
del infierno del cielo; papá, protégeme,
que salgo volando, y mis alas son
demasiado pequeñas para el viento… y está
oscuro
Muhammad,
quiere volver a casa, no tiene
bicicleta, tampoco una camisa nueva.
Quiere irse a hacer los deberes
del cuaderno de conjugación y gramática; llévame
a casa, papá, que quiero prepara la lección
y cumplir años uno a uno…
en la playa, bajo la palmera…
Que no se aleje todo, que no se aleje…
Muhammad,
se enfrenta a un ejército sin piedras ni
metralla, no escribe en el muro; “Mi libertad
no morirá” – aún no tiene libertad
que defender, ni un horizonte para la paloma
de Picasso. Nace eternamente el niño
con su nombre maldito
¿Cuántas veces renacerá, criatura
sin país sin tiempo para ser niño?
¿Dónde soñará si se queda dormido…
si la tierra es llaga y templo?
Muhammad,
ve su muerte viniendo ineluctable, pero
se acuerda de una pantera que vio en la tele,
una gran pantera con una cría de gacela acorralada
mas al
oler de cerca la leche
no se abalanza
como si la leche domara a la fiera de la estepa
“Entonces –dice el chico—me voy a salvar”.
Y se echa a llorar: “mi vida es un escondite
en la alacena de mi madre, me voy a salvar… yo
daré fe”
Muhammad,
ángel pobre a escasa distancia del
fusi de un cazador de sangre fría. Uno
a uno la cámara acecha los movimientos del niño
que se funde con su imagen:
su rostro, como la mañana, está claro,
claro su corazón como una manzana,
claros sus diez dedos como cirios,
claro el roció en sus pantalones.
Su cazador debería habérselo pensado
dos veces: le voy a dejar hasta que sepa deletrear
esa Palestina suya sin equivocarse…
me lo guardo en prenda
y ya le mataré mañana, ¡cuando se revuelva!
Muhammad,
un Jesuita duerme y sueña en
el corazón de un icono
fabricado de cobre,
de madera de olivo,
y del espíritu de un ´pueblo renovado.
Muhammad;
hay más sangre de la que precisan los noticiarios
y a ellos les gusta: súbete ya
al séptimo cielo
Muhammad.


/Mahmoud Darwish/

sábado, 3 de julio de 2010

La prostituta del campamento

Lo que se proponen aquellos que visitan su casa
Es palpable
Tan puros, tan altivos.

Los que se quedaron hasta tarde en los campos
La encontrarán colgando junto a los arbolitos
Los cinco peldaños musgosos
Luego la buganvilia junto a la puerta.

Sus brazaletes resuenan en su sueño como un caballo fantasma
Sus ropas interiores colorean sus sueños
Sus senos bien trillados como el sendero hacia el molino
Sus movimientos rituales entre la cama y la palangana
Cual canción popular toda la ira.

La naturaleza muerta en la pared
Las sábanas y las dos almohadas
El aroma de la colonia barata
Las uñas tras la pared
Donde el olor de sus ropas queda flotando
El jazmín más allá de la ventana

Los torpes retorcimientos de su cuerpo
La tensión que llena su silencio

Las intenciones de aquellos que pasan por su casa
El marchante y el huésped,
Los estudiantes, oficinistas y los pollos
Los directores, los guardias y los perros,
Los porteros, los gatos y los verduleros
Los padres y los hijos
Todos aquellos que han dejado su olor en su insomnio
Todos estaban allí
Detrás de los niños
El carromato
El ataúd
Tan puros, acompañándola a su destino.

/Ghassan Zaqtan/Tarteeb al-wasf/Poniendo en orden la descripción/

viernes, 2 de julio de 2010

POLLA DE NAPALM

Saludos desde mi polla que viaja a mil millas por hora
y yo subido en ella cabalgo mi propia polla
y alzo uno de mis brazos al aire y grito, río, sonrío,
alzo mi sombrero por vosotros
y os río-sonrío cuando os adelanto a mil millas por hora.
Miradme cabalgando la punta de mi polla.
Quiero que me reverenciéis a mi paso
que sintáis el poder mayestático de mi polla, que digáis:
tanta belleza no ha podido ser pensada por un dios bueno.
Y yo seré magnánimo y ecuánime
y me quitaré el sombrero al pasar delante de las señoras
y ya nada nunca será igual dentro de ellas
porque mi esencia las habrá cautivado.
Serán algo nuevo después de mí, mi germen no es inocuo,
y ya no reconocerán a los de su misma especie
y copularán con animales y plantas vivos o muertos,
para poder calmar su ansia, para poder calmar mis exigencias.
Porque yo someto a mi tiranía
a todos los que han osado mirarme a los ojos.
Son míos y yo me expreso por sus actos.
Y todas las mujeres, todos los hombres,
desearán cabalgar un día en la grupa de mi polla.
Traigo la esencia de un nuevo mundo.
Mi semen regará los campos y las montañas,
regará con su húmeda calidez a las estúpidas campesinas
que follan, desnudas, la tierra húmeda y cálida,
que buscan ser fecundadas por la Madre Tierra
desconociendo que ahora la Madre Tierra soy yo
y cada vez que golpean sus sexos abiertos
contra el suelo, golpean contra mi polla
y sienten como ella las penetra y las colma de placer
aunque después solo queden pequeños
granos húmedos y cálidos de tierra baldía.

Polla de napalm,
eyaculación mortífera que destruye todo a su paso.
Yo soy el ser que controla Su Chorro.
Vedla eyacular sobre pastos y ciudades,
vedme a mí dirigiendo su carga abrasadora.
Ved cómo todos a su paso se puestran ante mí
y cómo yo, y mi polla, dirigimos la Muerte hacia ellos
que caen rígidos, imperfectos, en una inmolación divina y sensual.
Yo cabalgo mi polla y mi polla lleva el Infierno.
Entra en las jovencitas y en las casas, en los hombres y en los establos,
fecunda desolación y muerte, pues tras su chorro de napalm
sólo queda la más perfecta de las religiones.
Y mis fieles me adorarán sin dudar, y la sangre fluirá libre,
y la muerte será un nuevo nacimiento
a una nueva era, a una nueva estirpe, a un nuevo sentido
de los cuales yo soy el Mesías,
el último Profeta de los llegados hasta vosotros.
Y mi señal es mi propia polla, polla de napalm que purifica
cuerpos y mentes, tierras y casas,
para que el pecado desaparezca, para que nada mancille mi señal.
He de llegar hasta vosotros, he de ser vuestro dios ejemplar.
Enseñadme vuestros sexos desnudos y haré de vosotros ángeles,
un coro de ángeles negros de gran coño negro,
cantando alegres a los lados de mi polla de napalm.
Y vuestras alas negras de vello púbico se agitarán a mi vera,
y eso será el invierno.
Y vuestros rostros negros de vagina abierta, cantarán mi canción,
y eso será la primavera.
Los niños, alborozados, se acercarán a mí.
Permitid que los niños se acerquen a mí.
Permitid que los niños se acerquen a mi polla de napalm.
Que mi especie riegue sus pieles virginales,
que mi semen mortal penetre a través de sus poros,
que sean míos cuando yo sea de ellos,
que el fin llegue conmigo y que nada más haya tras de mí.

Fecundaré a vuestras hijas antes de la primera menstruación.
Y mis hijos habitarán su vientre
durante treinta y tres días con sus treinta y tres noches
y después resucitarán a la vida.
Yo, orgulloso, los observaré desde el Cielo,
observaré como sus niñas-madres los arrullan en sus brazos.
Veré como la leche no brota de sus pechos incipientes
y yo los alimentaré con napalm y mi sangre.
Mi carne será su fluido.
Para después desaparecer de sus existencias.
Para esconderme tras un árbol, invisible,
y aguardar su hora, el momento de su reinado.
Para sentir cómo mi esencia domina el mundo sin mí.

Después de a los dioses, fecundaré a los héroes.
Montaré sin pudor a las hembras de todas las razas animales.
Mi semilla entablará luchas en sus vientres,
hallará óvulos blancos y óvulos negros. Y progresará.
Vedme sobre el lomo de una perra, observad mi rostro gozoso:
yo soy ese que no tiene estirpe,
ese que siembra su esencia en todas las entrañas fecundas
a su alcance. Heredaréis mi obra.

Ved el Infierno en torno a vosotros.
No, no es fácil de comprender si se persiste en estar ciego.
Yo no tengo forma definida pero podéis notar mi presencia.
Sentidme observándoos cuando hacéis patéticamente el amor,
cuando paseáis por el parque
con una sonrisa de satisfacción en vuestros labios:
todo va bien. Sentid mi presencia pues no es inocua.
Llevo conmigo el poder de mil años de destrucción,
llevo la sangre de todos los muertos culpables
corriendo mis venas. Carezco de armas.
Voy desnudo y pretendo mataros
con mis propias manos. Mirad siempre en torno a vosotros
y estad alerta. Yo siempre estaré ahí.
En los ojos de un viejo crepuscular,
en el andar de un perro cojo, en el precioso cisne
que flota muerto en el centro del estanque.

Trascenderé un rato después de que el Infierno
tapice sus paredes de terciopelo azul
y llegaré pronto hasta vosotros, creedme.
Me postraré y rezaré recogido sobre mi regazo.
Alguien llamará a la policía y seré esposado y detenido,
encerrado en una sala de techo alto
y mi gran polla de napalm requisada y ocultada en un almacén.
Pero yo seguiré rezando por vosotros
porque yo soy Cristo Resucitado.
y de mi simiente en los vientres de las jovencitas
nacerá la nueva era.

Y me elevaré sobre vosotros con los brazos y las piernas
abiertas y mi cuerpo horizontal, y navegaré por el aire
en búsqueda de lo que no existe,
porque vosotros no existís, no sois sino tierra yerma
en la que nada ha aún creído, y de mi polla brotará
la simiente que os fecundará, el napalm sagrado.
Seréis regados con mi líquido creador,
y él penetrará en vuestros cuerpos
a través de todos los poros de la piel,
y sentiréis placer, y sentiréis dolor,
y luego no sentiréis nada porque entonces yo ya estaré
sintiendo por vosotros todo lo que vosotros
no habéis sido capaces nunca de sentir.
Y advendrá una nueva era de sufrimiento.
Estaréis vacíos porque yo estaré en vosotros
y, cuerpos huecos, reptaréis con una sonrisa en los labios
hasta el día de vuestra muerte definitiva.

Postraos ante mi polla y todo tendrá sentido.
Ved cómo surge la simiente de ella y cómo ésta os riega y fecunda.
Observad cómo mi polla se abre ante vosotros
y se convierte en una gran vagina sin clítoris
que os succiona. Y ya estáis en mi coño.
Seguís una gestación inversa hacia la nada.
Hasta desaparecer por completo y ser eliminado
vuestro resto putrefacto en mi menstruación.

Mi gran coño-polla es dulce pero no tiene labios,
es tierno pero está húmedo, es cálido y finge.
Mi gran coño-polla tiene dientes cariados
que os sonríen maliciosamente. Fijad vuestra sonrisa en ellos.
Sentiréis su influjo insoportable cuando la succión esté próxima.
Entraréis dentro de mí y las paredes del coño-polla se dilatarán
a vuestro paso. Naceréis hacia dentro.
Yo soy El Nuevo Mundo, lo fértil e inexplorado,
el Infierno que dará sentido a vuestras existencias.
El Destino. Una sonrisa cariada como señal.

Estoy dentro de vosotros. Extended vuestros brazos al viento,
extended vuestros dedos en vuestras manos.
Separad las piernas, alzad la cabeza, sentid como mi piel
se pliega dentro de la vuestra, como encajo perfectamente
dentro de vosotros, como mis dedos se estiran
dentro de los vuestros, como mis piernas entran
en las vuestras y los dedos de mis pies
se acomodan en el interior de los vuestros,
como mis vísceras ocupan el lugar de las vuestras
y sincronizan sus funciones, dos corazones latiendo al unísono,
cuatro pulmones respirando a la vez,
como mi cráneo se alza hacia arriba
y entra, en el interior de vuestra cabeza.
Ahora mis pensamientos se solapan a los vuestros
y lo que yo pienso es lo que pensáis y no existe diferencia.
Desde hoy mis designios serán vuestra iniciativa,
mi iniciativa, el sentido de vuestra existencia.
Respiro a través de vosotros.

Ahora existe un nuevo orden, un nuevo sentido
en torno a lo que todo se ordena.
La relatividad ya no existe, porque yo soy Lo Relativo;
la evolución de las especies ya no existe,
porque yo soy La Especie.
El Universo entero se ordena en torno a mi presencia.
Todo equidista lo mismo de mí y desde mí.
Lo aprendido se olvidará y yo reinaré durante mil noches.
Después moriré en vosotros y vosotros moriréis conmigo.
No habrá legado. Después de mí, no habrá Nada.
Sólo un estado distinto del bien y del mal.


/Alberto Vásquez/20 poemas pornográficos/

jueves, 1 de julio de 2010

El Amante de Porfiria

The rain set early in tonight,
The sullen wind was soon awake,
It tore the elm-tops down for spite,
and did its worst to vex the lake:
I listened with heart fit to break.
When glided in Porphyria; straight
She shut the cold out and the storm,
And kneeled and made the cheerless grate
Blaze up, and all the cottage warm;
Which done, she rose, and from her form
Withdrew the dripping cloak and shawl,
And laid her soiled gloves by, untied
Her hat and let the damp hair fall,
And, last, she sat down by my side
And called me. When no voice replied,
She put my arm about her waist,
And made her smooth white shoulder bare,
And all her yellow hair displaced,
And, stooping, made my cheek lie there,
And spread, o’er all, her yellow hair,
Murmuring how she loved me—she
Too weak, for all her heart’s endeavor,
To set its struggling passion free
From pride, and vainer ties dissever,
And give herself to me forever.
But passion sometimes would prevail,
Nor could tonight’s gay feast restrain
A sudden thought of one so pale
For love of her, and all in vain:
So, she was come through wind and rain.
Be sure I looked up at her eyes
Happy and proud; at last I knew
Porphyria worshiped me: surprise
Made my heart swell, and still it grew
While I debated what to do.
That moment she was mine, mine, fair,
Perfectly pure and good: I found
A thing to do, and all her hair
In one long yellow string I wound
Three times her little throat around,
And strangled her. No pain felt she;
I am quite sure she felt no pain.
As a shut bud that holds a bee,
I warily oped her lids: again
Laughed the blue eyes without a stain.
And I untightened next the tress
About her neck; her cheek once more
Blushed bright beneath my burning kiss:
I propped her head up as before
Only, this time my shoulder bore
Her head, which droops upon it still:
The smiling rosy little head,
So glad it has its utmost will,
That all it scorned at once is fled,
And I, its love, am gained instead!
Porphyria’s love: she guessed not how
Her darling one wish would be heard.
And thus we sit together now,
And all night long we have not stirred,
And yet God has not said a word!

/Robert Browning/Dramatic Lyrics/

miércoles, 30 de junio de 2010

Al partir

Bajo del caballo para beber vino con usted,
usted me pregunta hacia dónde me dirijo.
Yo respondo; no tengo idea,
retorno insatisfecho a la Montaña del Sur.
Sólo me marcho, no pregunte nuevamente,
las nubes blancas no tienen límite de tiempo.

/Wang Wei/

lunes, 28 de junio de 2010

Devuélveme mis trapitos

sólo cáeme a la mente
que mi pensar arañe tu mejilla

sólo aparece ante mi
que mis ojos te ladren

sólo abre la boca
que mi callar rompa tu mandíbula

haz sólo que te recuerde
que mi recuerdo socave la tierra
bajo tus pies

a esto hemos llegado


1


devuélveme mis trapitos
mis trapitos de mero sueño
de sedosa sonrisa de rayado presagio
de bordados encajes

mis trapitos de puntillosa esperanza
de ardientes deseos de miradas multiculores
de piel de mi rostro

devuélveme mis trapitos
devuélvemos te lo pido bien


2


escucha tú monstruo
quítate el pañuelo blanco
nos conocemos

contigo cuando éramos niños
se sorbía de la misma taza

se dormía en el mismo lecho
contigo puñal de mirada aviesa

se caminaba por un mundo tortuoso
contigo serpiente en acecho

oye hipócrita
quítate el pañuelo blanco
para qué mentirnos


3


no te llevaré a horcajadas
no te llevaré adonde me digas

ni herrado con oro
ni uncido a la carroza del viento
ni con brida de arco iris

no quieras comprarme

no lo haré ni con las piernas en el bolsillo
ni anudado ni enhebrado
ni reducido a simple pértiga

no quieras asustarme

no lo haré ni aunque me asen
ni crudo salado
no lo haré ni en sueños

no te engañes
no entraré en el juego


4


fuera de mi amurallado infinito
del cúmulo estelar en torno a mi corazón
de mi bocado de sol

fuera del mar ridículo de mi sangre
de mi pleamar de mi bajamar
fuera de mi callar en seco

fuera dije fuera

fuera de mi abismo vivo
del desnudo árbol paterno

fuera hasta cuándo gritaré fuera

fuera de mi cabeza que estalla
fuera sólo fuera


5


tu cabeza se llena de muñecas
y yo las baño en mi sangre
y con trapitos de mi piel las visto

les hago columpios con mi pelo
un cochecito con mis vértebras
alas con mis cejas

les hago mariposas con mis sonrisas
y la ferocidad con mis dientes
para que cacen y maten el tiempo

qué juego es éste para mí



6


tu raíz y tu sangre y tu corona
y todo en la vida

sedientas las imágenes de tu cerebro
y la brasa del ojo en la punta de los dedos
y cada planta del pie

a tres calderas de aviesa agua
a tres hornos de maligno fuego
a tres fosas sin nombre y sin leche

frío tu aliento hasta la garganta
hasta la piedra en el corazón
hasta el ave navaja en la piedra

al ajuar del recién nacido al nido del vacío
a las tijeras hambrientas de principio
a la matriz celestial si la supiera

tu semilla tu savia tu brillo
y la oscuridad y el punto final de mi vida
y todo en el mundo maldigo


7


qué pasa con mis trapitos
no quieres devolverlos
te quemaré las cejas
no serás por siempre invisible

confundiré el día y la noche en tu cabeza
golpearás con la frente en mi puerta

cortaré tus hermosas uñas
para que no traces rayuelas en mi cerebro

expulsaré las nieblas de tus huesos
para que beban la cicuta de tu lengua

verás qué te haré


8


y tú quieres que nos amemos

puedes recrearme de mi ceniza
de los escombros de mi carcajada
de mis restos de hastío

puedes bella

puedes cogerme del fleco de mi olvido
abrazar a la noche en mi camisa vacía
puedes besar mi eco

pero tú no osas amar



9


huye monstruo

también nuestros pasos se muerden
se muerden tras nosotros en el vacío

no somos el uno para el otro
firme frío miro a través de ti
paso así de un sitio a otro
ni sombra de juego

cómo hemos mezclado los trapitos
devuélvemelos qué harás con ellos
en vano se decoloran sobre tus hombros
devuélvemelos huye a tu lugar inexistente

huye monstruo del monstruo

donde están tus ojos
también allí está el monstruo

10

negra tu lengua negro tu mediodía

negra tu esperanza

todo en ti negro sólo mi horror blanco

mío el lobo en tu garganta

la tormenta tu lecho

mi terror tu cabecera

amplio tu campo sin calma

de fuego tu bocado y céreos tus dientes

masca tú glotona

masca cuanto quieras

mudo tu viento muda tu agua

muda tu flor

todo en ti mudo sólo mi rechinar sonoro

mío el gavilán en tu corazón

que te arranquen de tu madre horror

11

borré tu rostro de mi rostro

desollé tu sombra de mi sombra

allané en ti las colinas

convertí las colinas en llanuras

te confundí las estaciones del año

separé de tí todas las partes del mundo

en torno a ti plegué mi camino de vida

el intransitable el imposible

trata tú de encontrarme ahora

12

basta de elocuente siempreviva

basta de dulces futilidades

nada quiero oir nada quiero saber

basta basta de todo

diré lo último basta

me llenaré la boca de tierra

apretaré los dientes

para terminar bebedora de cráneos

para terminar de una vez para siempre

quedaré como soy

sin raíz sin rama sin corona

quedaré apoyado en mí

en mis chichones

seré en ti un palo de espino

lo único que puede ser en ti

en ti arruinadora del juego

que nunca vuelva

13

no te burles monstruo

ocultaste el puñal bajo el pañuelo

te excediste hiciste una zancadilla

arruinaste el juego

que se me revuelva el cielo

que el sol me rompa la cabeza

que mis trapitos se dispersen

no te burles monstruo del monstruo

devuélveme mis trapitos

yo te devolveré los tuyos

/Vasko Popa/Campo sin Sosiego/

lunes, 21 de junio de 2010

consejo y medio

antesde morir querido vecino
hay que dormir bien

me aconseja mi conocido
vagabundo del parque cercano

y no se levanta del banco
donde reposa hasta hartarse

/Vasko Popa/Tajo/

viernes, 18 de junio de 2010

El error arrogante

había una vez un error
tan ridículo tan pequeño
que nadie lo hubiera percibido

no quería
ni mirarse ni oírse

qué no imaginó
para mostrar
que en realidad no existía

imaginó el espacio
donde alojar sus pruebas
y el tiempo que las cuidara
y el mundo que las viera

todo cuanto imaginó
no era ni tan ridículo
ni tan pequeño
pero era naturalmente erróneo

¿podría ser de otro modo?

martes, 15 de junio de 2010

origen del amor

espero el sol en un banco del parque
frente a mi apartamento

sigo el vagar de las nubes en el cielo
y las parejas abrazadas
en el sendero entre pinos

en la punta del banco el lector del periódico
sigue la trayectoria de mis miradas

el amor no existió desde siempre
lo inventó la gente pobre

para llegar sin ducados
hasta la dulce cerradura femenina
y la llave verdadera del hombre

/Vasko Popa/Tajo/

jueves, 10 de junio de 2010

El número olvidadizo

había una vez un número
puro y redondo como el sol
pero solo muy solo

comenzó a calcular consigo

se dividía se multiplicaba
se restaba se sumaba
y siempre quedaba solo

dejó de calcular consigo
y se encerró en su redonda
y soleada pureza

afuera quedaron ardientes
las huellas de sus cálculos

comenzaron a perseguirse en la oscuridad
a dividirse cuando se multiplican
a restarse cuando se sumaban

como sucede en la oscuridad

y no hubo quien le rogara
que detuviera las huellas
y las borrara

/Vasko Popa/bostezo sobre bostezos/

viernes, 4 de junio de 2010

al seductor

uno acaricia la pata de silla
hasta que la silla se mueva
y haga con su pata una dulce señal

otro besa la cerradura
la besa sñolo la besa
hasta que ella le devuelva el beso

el tercero permanece al margen
fija los ojos en los otros dos
y gira la cabeza gira

hasta que se le caiga


/Vasko Popa/Juegos/

martes, 25 de mayo de 2010

El desván

Ven, apiadémonos de los que tienen más fortuna que nosotros.
Ven, amiga, y recuerda
que los ricos tienen mayordomos en vez de amigos,
y nosotros tenemos amigos en vez de mayordomos.
Ven, apiadémonos de los casados y de los solteros.

La aurora entra con sus pies diminutos
como una dorada Pavlova,
y yo estoy cerca de mi deseo.
Nada hay en la vida que sea mejor
que esta hora de limpia frescura,
la hora de despertarnos juntos.


/Ezra Pound/

miércoles, 7 de abril de 2010

Encargo

Id, canciones mías, al solitario y al insatisfecho,
id también al desquiciado, al esclavo de las convenciones,
llevadles mi desprecio hacia sus opresores.
Id como una ola gigante de agua fría,
llevad mi desprecio por los opresores.

Hablad contra la opresión inconsciente,
hablad contra la tiranía de los que no tienen imaginación,
hablad contra las ataduras,
id a la burguesa que se está muriendo de tedio,
id a las mujeres de los barrios residenciales,
id a las repugnantemente casadas,
id a aquellas cuyo fracaso está oculto,
id a las emparejadas sin fortuna,
id a la esposa comprada,
id a la mujer comprometida.

Id a los que tienen una lujuria exquisita,
id a aquellos cuyos deseos exquisitos son frustrados,
id como una plaga contra el aburrimiento del mundo;
id con vuestro filo contra esto,
reforzad los sutiles cordones,
traed confianza a las algas y tentáculos del alma.

Id de manera amistosa,
id con palabras sinceras.
Ansiad el hallazgo de males nuevos y de un nuevo bien,
oponeos a todas las formas de opresión.
Id a quienes la mediana edad ha engordado,
a los que han perdido el interés.

Id a los adolescentes a quienes les asfixia la familia...
¡Oh, qué asqueroso resulta
ver tres generaciones reunidas bajo un mismo techo!
Es como un árbol viejo con retoños
y con algunas ramas podridas y cayéndose.

Salid y desafiad la opinión,
id contra este cautiverio vegetal de la sangre.
Id contra todas las clases de manos muertas.

/Ezra Pound/

lunes, 5 de abril de 2010

Apogeo del apio

Del centro puro que los ruidos nunca
atravesaron, de la intacta cera,
salen claros relámpagos lineales,
palomas con destino de volutas,
hacia tardías calles con olor
a sombra y a pescado.

Son las venas del apio! Son la espuma, la risa,
los sombreros del apio!
Son los signos del apio, su sabor
de luciérnaga, sus mapas
de color inundado,
y cae su cabeza de ángel verde,
y sus delgados rizos se congojan,
y entran los pies del apio en los mercados
de la mañana herida, entre sollozos,
y se cierran las puertas a su paso,
y los dulces caballos se arrodillan.

Sus pies cortados van, sus ojos verdes
van derramados, para siempre hundidos
en ellos los secretos y las gotas:
los túneles del mar de donde emergen,
las escaleras que el apio aconseja,
las desdichadas sombras sumergidas,
las determinaciones en el centro del aire,
los besos en el fondo de las piedras.

A medianoche, con manos mojadas,
alguien golpea mi puerta en la niebla,
y oigo la voz del apio, voz profunda,
áspera voz de viento encarcelado,
se queja herido de aguas y raíces,
hunde en mi cama sus amargos rayos,
y sus desordenadas tijeras me pegan en el pecho
buscándome la boca del corazón ahogado.

Qué quieres, huésped de corsé quebradizo,
en mis habitaciones funerales?
Qué ámbito destrozado te rodea?
Fibras de oscuridad y luz llorando,
ribetes ciegos, energías crespas,
río de vida y hebras esenciales,
verdes ramas de sol acariciado,
aquí estoy, en la noche, escuchando secretos,
desvelos, soledades,
y entráis, en medio de la niebla hundida,
hasta crecer en mí, hasta comunicarme
la luz oscura y la rosa de la tierra.

/Pablo Neruda/Residencia en la Tierra/

sábado, 3 de abril de 2010

Don del Poema

¡Te traigo aquí a la hija de una noche idumea!
Negra, de ala sangrienta y pálida e implume,
por el vidrio que incendian los aromas y el oro,
por heladas ventanas opacas todavía,
la aurora se arrojó sobre el candil angélico,
¡palmas! y cuando ya mostraba esa reliquia
al padre que enemiga sonrisa aventuraba,
la estéril soledad azul se estremecía.
¡Oh arrulladora, con tu niña y la inocencia
de tus helados pies el nacimiento horrible
acoge, y con tu voz que viola y clave evoca.
¿Oprimirán tus dedos marchitos ese pecho
del que mana en blancura sibilina la hembra
hacia labios que el aire del azul virgen tienta?

/Stephane Mallarmè/

viernes, 2 de abril de 2010

Don del Poema

¡Te traigo la criatura de una noche idumea!
Con el ala sangrante, negra, pálida, implume,
por el vidrio encendido de aromas y de oro
por las ventanas gélidas ¡ay! tristes todavía,
se lanzó el alba sobre la lámpara seráfica,
¡palmas! y en el momento de mostrar la reliquia
al padre que ensayaba la enemiga sonrisa,
la soledad estéril y azul se ha estremecido.
¡Oh nodriza con tu criatura y la inocencia
de vuestros pies transidos!, horrible nacimiento
acoge y, recordando con la voz viola y clave,
¿oprimirás el seno con el dedo marchito
donde la mujer fluye con albor sibilino
para anhelantes labios de aire del virgen cielo?

/Stephane Mallarmè/

sábado, 20 de marzo de 2010

Papi

Ya no, ya no,
ya no me sirves, zapato negro,
en el cual he vivido como un pie
durante treinta años, pobre y blanca,
sin atreverme apenas a respirar o hacer achís.

Papi: he tenido que matarte.
Te moriste antes de que me diera tiempo…
Pesado como el mármol, bolsa llena de Dios,
lívida estatua con un dedo del pie gris,
del tamaño de una foca de San Francisco.

Y la cabeza en el Atlántico extravagante
en que se vierte el verde legumbre sobre el azul
en aguas del hermoso Nauset.
Solía rezar para recuperarte.
Ach, du.

En la lengua alemana, en la localidad polaca
apisonada por el rodillo
de guerras y más guerras.
Pero el nombre del pueblo es corriente.
Mi amigo polaco

dice que hay una o dos docenas.
De modo que nunca supe distinguir dónde
pusiste tu pie, tus raíces:
nunca me pude dirigir a ti.
La lengua se me pegaba a la mandíbula.

Se me pegaba a un cepo de alambre de púas.
Ich, ich, ich, ich,
apenas lograba hablar:
Creía verte en todos los alemanes.
Y el lenguaje obsceno,

una locomotora, una locomotora
que me apartaba con desdén, como a un judío.
Judío que va hacia Dachau, Auschwitz, Belsen.
Empecé a hablar como los judíos.
Creo que podría ser judía yo misma.

Las nieves del Tirol, la clara cerveza de Viena,
no son ni muy puras ni muy auténticas.
Con mi abuela gitana y mi suerte rara
y mis naipes de Tarot, y mis naipes de Tarot,
podría ser algo judía.


Siempre te tuve miedo,
con tu Luftwaffe, tu jerga pomposa
y tu recortado bigote
y tus ojos arios, azul brillante.
Hombre-panzer, hombre-panzer: oh Tú...

No Dios, sino un esvástica
tan negra, que por ella no hay cielo que se abra paso.
Cada mujer adora a un fascista,
con la bota en la cara; el bruto,
el bruto corazón de un bruto como tú.

Estás de pie junto a la pizarra, papi,
en el retrato tuyo que tengo,
un hoyo en la barbilla en lugar de en el pie,
pero no por ello menos diablo, no menos
el hombre negro que

me partió de un mordisco el bonito corazón en dos.
Tenía yo diez años cuando te enterraron.
A los veinte traté de morir
para volver, volver, volver a ti.
Supuse que con los huesos bastaría.

Pero me sacaron de la tumba,
y me recompusieron con pegamento.
Y entonces supe lo que había que hacer.

Saqué de ti un modelo,
un hombre de negro con aire de Meinkampf,

e inclinación al potro y al garrote.
Y dije sí quiero, sí quiero.
De modo, papi, que por fin he terminado.
El teléfono negro está desconectado de raíz,
las voces no logran que críe lombrices.

Si ya he matado a un hombre, que sean dos:
el vampiro que dijo ser tú
y me estuvo bebiendo la sangre durante un año,
siete años, si quieres saberlo.
Ya puedes descansar, papi.

Hay una estaca en tu negro y grasiento corazón,
y a la gente del pueblo nunca le gustaste.
Bailan y patalean encima de ti.
Siempre supieron que eras tú.
Papi, papi, hijo de puta, estoy acabada.


/Sylvia Plath/

martes, 2 de marzo de 2010

Tenebrae

Cerca estamos, Señor,
cerca y aferrables.
Afferados ya, Señor,
en crispado entrevero, como si
el cuerpo de cada uno de nosotros
fuese tu cuerpo, Señor.
Ora, Señor,
ora hacia nosotros,
estamos cerca.
Ladeados por la ráfaga fuimos,
fuimos, a inclinarnos sobre
la cuenca y el lago primordial.
Al abrevadero fuimos, Señor.
Fue sangre, fue,
lo que derramaste, Señor.
Brillaba.
Nos arrojó tu imagen a los ojos, Señor.
Ojos y boca están tan abiertos y vacíos, Señor.
Hemos bebido, Señor.
La sangre y la imagen que había en la sangre, Señor.
Ora, Señor.
Estamos cerca.

/Paul celan/reja del habla/

lunes, 22 de febrero de 2010

ARGUMENTUM E SILENTIO

Para René Char

Colocada en la cadena
entre oro y olvido:
la noche.
Cogerla quisieron ambos,
a los dos les dió licencia.
Deposita,
ahora deposita tú también lo que quiere despuntar
junto a los días:
la palabra sobrevolada de estrellas,
la rociada de mar.
A cada uno la palabra,
a cada uno la palabra que lo cantó,
cuando la jauría le saltaba por la espalda —
a cada uno la palabra que lo cantó y quedó empedernida.
A ella, a la noche,
la sobrevolada de estrellas, la rociada de mar,
a ella la silenciada,
de la que no manó la sangre, cuando el venenoso diente
de las sílabas se clavó.
A ella la palabra silenciada.
En contra de las otras, que pronto,
que rodeadas obscenamente por oídos de desuello,
también escalan el tiempo y los tiempos,
da testimonio al final,
al final, cuando sólo repican las cadenas,
da testimonio de ella, que yace allí
entre oro y olvido,
ambos hermanados desde siempre —
¿Pues dónde
clarea, dime, si no es donde ella,
que en la región aluvial de sus lágrimas
le muestra a los soles que descienden
una y otra vez la cosecha?

/Paul Celan/de umbral en umbral/

viernes, 5 de febrero de 2010

Cualquier piedra que levantes

Cualquier piedra que levantes —
tú descubres
a aquellos que necesitan el abrigo de las piedras:
desnudos,
ya renuevan el entrevero.
Cualquier árbol que derribes —
tú construyes
el lecho sobre el cual
las almas se amontonan y amontonan,
como si no se raleara
también este
Evo.
Cualquier palabra que tú hables —
la debes
al destrozo.

/Paul Celan/de umbral en umbral/

miércoles, 27 de enero de 2010

Brillo

El cuerpo callando
yaces en la arena junto a mí,
sobre ti las estrellas.
..................................
¿Quebróse
de lo alto un
rayo hacia mí?
¿O es la vara de la justicia
que sobre nosotros fue rota
la que talmente brilla?

/Paul Celan/de umbral en umbral/

domingo, 24 de enero de 2010

En Egipto


Debes decirle al ojo de la forastera: sé tú el agua.
Debes buscar a las que sabes en el agua en el ojo de la forastera.
Debes llamarlas fuera del agua: ¡Rut, Noemí, Miriam!
Debes adornarlas, cuando yaces con la forastera.
Debes adornarlas con el cabello de nube de la forastera.
Debes decir a Rut y a Miriam y a Noemí:
¡Mira, con ella duermo!
Debes adornar más bella que nada a la forastera junto a ti.
Debes adornarla con la pena por Rut, por Miriam y Noemí.
Debes decir a la forastera:
¡Mira, yo dormí con éstas!

/Paul Celan/de amapola y memoria/

domingo, 17 de enero de 2010

Agua Sexual

Rodando a goterones solos,
a gotas como dientes,
a espesos goterones de mermelada y sangre,
rodando a goterones,
cae el agua,
como una espada en gotas,
como un desgarrador río de vidrio,
cae mordiendo,
golpeando el eje de la simetría, pegando en las costuras del
alma,
rompiendo cosas abandonadas, empapando lo oscuro.

Solamente es un soplo, más húmedo que el llanto,
un líquido, un sudor, un aceite sin nombre,
un movimiento agudo,
haciéndose, espesándose,
cae el agua,
a goterones lentos,
hacia su mar, hacia su seco océano,
hacia su ola sin agua.

Veo el verano extenso, y un estertor saliendo de un granero,
bodegas, cigarras,
poblaciones, estímulos,
habitaciones, niñas
durmiendo con las manos en el corazón,
soñando con bandidos, con incendios,
veo barcos,
veo árboles de médula
erizados como gatos rabiosos,
veo sangre, puñales y medias de mujer,
y pelos de hombre,
veo camas, veo corredores donde grita una virgen,
veo frazadas y órganos y hoteles.

Veo los sueños sigilosos,
admito los postreros días,
y también los orígenes, y también los recuerdos,
como un párpado atrozmente levantado a la fuerza
estoy mirando.

Y entonces hay este sonido:
un ruido rojo de huesos,
un pegarse de carne,
y piernas amarillas como espigas juntándose.
Yo escucho entre el disparo de los besos,
escucho, sacudido entre respiraciones y sollozos.

Estoy mirando, oyendo,
con la mitad del alma en el mar y la mitad del alma
en la tierra,
y con las dos mitades del alma miro al mundo.

y aunque cierre los ojos y me cubra el corazón enteramente,
veo caer un agua sorda,
a goterones sordos.
Es como un huracán de gelatina,
como una catarata de espermas y medusas.
Veo correr un arco iris turbio.
Veo pasar sus aguas a través de los huesos.

/Pablo Neruda/