martes, 13 de julio de 2010

Balada del perdón

A cartujos y a celestinos,
a mendicantes y a devotas,
a holgazanes y a presumidos,
a rufianes y bellas cortesanas
que usan camisa y ajustada la cintura,
a vanidosos, muertos de amor
que calzan sin quejarse botas ásperas
a todos les grito: ¡Perdón!

a las putitas que enseñan las tetas
para atraer a su gentil clientela,
a los pendencieros que provocan alborotos,
a saltimbanquis con sus entretenimientos,
a locos y a locas, a papanatas y tontas,
que silban de seis en seis
con vejigas y cetros,
a todos les grito: ¡Perdón!

Pero no a los traidores mastines
que me han hecho penar día y noche
y a los que ya no temo, son
sólo tres insignificantes cagadores.
Haría para ellos pedos y eructos,
pero no puedo, pues estoy sentado.
Y entonces, para evitar querellas,
a todos les grito: ¡Perdón!

Que les aplanen las quince costillas
con grandes mazos, fuertes y pesados,
con látigos que tengan pelotas de plomo,
a todos les grito: ¡Perdón!

/Francois Villon/

No hay comentarios: