viernes, 2 de julio de 2010

POLLA DE NAPALM

Saludos desde mi polla que viaja a mil millas por hora
y yo subido en ella cabalgo mi propia polla
y alzo uno de mis brazos al aire y grito, río, sonrío,
alzo mi sombrero por vosotros
y os río-sonrío cuando os adelanto a mil millas por hora.
Miradme cabalgando la punta de mi polla.
Quiero que me reverenciéis a mi paso
que sintáis el poder mayestático de mi polla, que digáis:
tanta belleza no ha podido ser pensada por un dios bueno.
Y yo seré magnánimo y ecuánime
y me quitaré el sombrero al pasar delante de las señoras
y ya nada nunca será igual dentro de ellas
porque mi esencia las habrá cautivado.
Serán algo nuevo después de mí, mi germen no es inocuo,
y ya no reconocerán a los de su misma especie
y copularán con animales y plantas vivos o muertos,
para poder calmar su ansia, para poder calmar mis exigencias.
Porque yo someto a mi tiranía
a todos los que han osado mirarme a los ojos.
Son míos y yo me expreso por sus actos.
Y todas las mujeres, todos los hombres,
desearán cabalgar un día en la grupa de mi polla.
Traigo la esencia de un nuevo mundo.
Mi semen regará los campos y las montañas,
regará con su húmeda calidez a las estúpidas campesinas
que follan, desnudas, la tierra húmeda y cálida,
que buscan ser fecundadas por la Madre Tierra
desconociendo que ahora la Madre Tierra soy yo
y cada vez que golpean sus sexos abiertos
contra el suelo, golpean contra mi polla
y sienten como ella las penetra y las colma de placer
aunque después solo queden pequeños
granos húmedos y cálidos de tierra baldía.

Polla de napalm,
eyaculación mortífera que destruye todo a su paso.
Yo soy el ser que controla Su Chorro.
Vedla eyacular sobre pastos y ciudades,
vedme a mí dirigiendo su carga abrasadora.
Ved cómo todos a su paso se puestran ante mí
y cómo yo, y mi polla, dirigimos la Muerte hacia ellos
que caen rígidos, imperfectos, en una inmolación divina y sensual.
Yo cabalgo mi polla y mi polla lleva el Infierno.
Entra en las jovencitas y en las casas, en los hombres y en los establos,
fecunda desolación y muerte, pues tras su chorro de napalm
sólo queda la más perfecta de las religiones.
Y mis fieles me adorarán sin dudar, y la sangre fluirá libre,
y la muerte será un nuevo nacimiento
a una nueva era, a una nueva estirpe, a un nuevo sentido
de los cuales yo soy el Mesías,
el último Profeta de los llegados hasta vosotros.
Y mi señal es mi propia polla, polla de napalm que purifica
cuerpos y mentes, tierras y casas,
para que el pecado desaparezca, para que nada mancille mi señal.
He de llegar hasta vosotros, he de ser vuestro dios ejemplar.
Enseñadme vuestros sexos desnudos y haré de vosotros ángeles,
un coro de ángeles negros de gran coño negro,
cantando alegres a los lados de mi polla de napalm.
Y vuestras alas negras de vello púbico se agitarán a mi vera,
y eso será el invierno.
Y vuestros rostros negros de vagina abierta, cantarán mi canción,
y eso será la primavera.
Los niños, alborozados, se acercarán a mí.
Permitid que los niños se acerquen a mí.
Permitid que los niños se acerquen a mi polla de napalm.
Que mi especie riegue sus pieles virginales,
que mi semen mortal penetre a través de sus poros,
que sean míos cuando yo sea de ellos,
que el fin llegue conmigo y que nada más haya tras de mí.

Fecundaré a vuestras hijas antes de la primera menstruación.
Y mis hijos habitarán su vientre
durante treinta y tres días con sus treinta y tres noches
y después resucitarán a la vida.
Yo, orgulloso, los observaré desde el Cielo,
observaré como sus niñas-madres los arrullan en sus brazos.
Veré como la leche no brota de sus pechos incipientes
y yo los alimentaré con napalm y mi sangre.
Mi carne será su fluido.
Para después desaparecer de sus existencias.
Para esconderme tras un árbol, invisible,
y aguardar su hora, el momento de su reinado.
Para sentir cómo mi esencia domina el mundo sin mí.

Después de a los dioses, fecundaré a los héroes.
Montaré sin pudor a las hembras de todas las razas animales.
Mi semilla entablará luchas en sus vientres,
hallará óvulos blancos y óvulos negros. Y progresará.
Vedme sobre el lomo de una perra, observad mi rostro gozoso:
yo soy ese que no tiene estirpe,
ese que siembra su esencia en todas las entrañas fecundas
a su alcance. Heredaréis mi obra.

Ved el Infierno en torno a vosotros.
No, no es fácil de comprender si se persiste en estar ciego.
Yo no tengo forma definida pero podéis notar mi presencia.
Sentidme observándoos cuando hacéis patéticamente el amor,
cuando paseáis por el parque
con una sonrisa de satisfacción en vuestros labios:
todo va bien. Sentid mi presencia pues no es inocua.
Llevo conmigo el poder de mil años de destrucción,
llevo la sangre de todos los muertos culpables
corriendo mis venas. Carezco de armas.
Voy desnudo y pretendo mataros
con mis propias manos. Mirad siempre en torno a vosotros
y estad alerta. Yo siempre estaré ahí.
En los ojos de un viejo crepuscular,
en el andar de un perro cojo, en el precioso cisne
que flota muerto en el centro del estanque.

Trascenderé un rato después de que el Infierno
tapice sus paredes de terciopelo azul
y llegaré pronto hasta vosotros, creedme.
Me postraré y rezaré recogido sobre mi regazo.
Alguien llamará a la policía y seré esposado y detenido,
encerrado en una sala de techo alto
y mi gran polla de napalm requisada y ocultada en un almacén.
Pero yo seguiré rezando por vosotros
porque yo soy Cristo Resucitado.
y de mi simiente en los vientres de las jovencitas
nacerá la nueva era.

Y me elevaré sobre vosotros con los brazos y las piernas
abiertas y mi cuerpo horizontal, y navegaré por el aire
en búsqueda de lo que no existe,
porque vosotros no existís, no sois sino tierra yerma
en la que nada ha aún creído, y de mi polla brotará
la simiente que os fecundará, el napalm sagrado.
Seréis regados con mi líquido creador,
y él penetrará en vuestros cuerpos
a través de todos los poros de la piel,
y sentiréis placer, y sentiréis dolor,
y luego no sentiréis nada porque entonces yo ya estaré
sintiendo por vosotros todo lo que vosotros
no habéis sido capaces nunca de sentir.
Y advendrá una nueva era de sufrimiento.
Estaréis vacíos porque yo estaré en vosotros
y, cuerpos huecos, reptaréis con una sonrisa en los labios
hasta el día de vuestra muerte definitiva.

Postraos ante mi polla y todo tendrá sentido.
Ved cómo surge la simiente de ella y cómo ésta os riega y fecunda.
Observad cómo mi polla se abre ante vosotros
y se convierte en una gran vagina sin clítoris
que os succiona. Y ya estáis en mi coño.
Seguís una gestación inversa hacia la nada.
Hasta desaparecer por completo y ser eliminado
vuestro resto putrefacto en mi menstruación.

Mi gran coño-polla es dulce pero no tiene labios,
es tierno pero está húmedo, es cálido y finge.
Mi gran coño-polla tiene dientes cariados
que os sonríen maliciosamente. Fijad vuestra sonrisa en ellos.
Sentiréis su influjo insoportable cuando la succión esté próxima.
Entraréis dentro de mí y las paredes del coño-polla se dilatarán
a vuestro paso. Naceréis hacia dentro.
Yo soy El Nuevo Mundo, lo fértil e inexplorado,
el Infierno que dará sentido a vuestras existencias.
El Destino. Una sonrisa cariada como señal.

Estoy dentro de vosotros. Extended vuestros brazos al viento,
extended vuestros dedos en vuestras manos.
Separad las piernas, alzad la cabeza, sentid como mi piel
se pliega dentro de la vuestra, como encajo perfectamente
dentro de vosotros, como mis dedos se estiran
dentro de los vuestros, como mis piernas entran
en las vuestras y los dedos de mis pies
se acomodan en el interior de los vuestros,
como mis vísceras ocupan el lugar de las vuestras
y sincronizan sus funciones, dos corazones latiendo al unísono,
cuatro pulmones respirando a la vez,
como mi cráneo se alza hacia arriba
y entra, en el interior de vuestra cabeza.
Ahora mis pensamientos se solapan a los vuestros
y lo que yo pienso es lo que pensáis y no existe diferencia.
Desde hoy mis designios serán vuestra iniciativa,
mi iniciativa, el sentido de vuestra existencia.
Respiro a través de vosotros.

Ahora existe un nuevo orden, un nuevo sentido
en torno a lo que todo se ordena.
La relatividad ya no existe, porque yo soy Lo Relativo;
la evolución de las especies ya no existe,
porque yo soy La Especie.
El Universo entero se ordena en torno a mi presencia.
Todo equidista lo mismo de mí y desde mí.
Lo aprendido se olvidará y yo reinaré durante mil noches.
Después moriré en vosotros y vosotros moriréis conmigo.
No habrá legado. Después de mí, no habrá Nada.
Sólo un estado distinto del bien y del mal.


/Alberto Vásquez/20 poemas pornográficos/

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