viernes, 2 de octubre de 2009

espero bajo la lluvia blanca

bajo la lluvia blanca espero cuchillos como tu lengua
veo a los bufones revolotear creciéndose con mitos falsos
brego con espasmos en la oscuridad de escaleras sin luz
mientras patronas enloquesidas por el dólar
son enhebradas en calientes agujas de esperma,
que vengan esos borrachos mañaneros
restregándose la luz del sol de ojos como telarañas,
ven querida, ven gloria patri, ven suerte
que venga lo que sea,
así es como se hace
-puntas que se clavan como armadillos
en el trasero de una mente benedictina,
y nieve nieve nieve nieve nieve
echa sobre mí cuanta nieve pueda soportar,
boca de pan de gengibre, poya como un pato,
uvas pasas por botones, hilo por cuerdas del corazón,
malditas olas de sangre atrapadas en ellas
como un pez en la Marea de Todos los Lugares
bajo la lluvia blanca espero cuchillos como tu lengua
y los camiones pasan
con caras de bancarrota
el vapor de su esencia como nauseabundo sudor
apestoso y rancio la muerte en mis calcetines
todos los tambores del infierno
no pueden despertar ni siquiera un ritmo en mí
me he esfumado
como un viejo y pálido pez de color
muerto y tieso como tía Helen
mirando con ojos sin vida al centro de mi cerebro
expulsado por las cañerías como un deshecho más del hombre,
el hombre mojón, el aleinto de la vida,
y por qué no nos volvemos locos como cucarachas, por qué no hay
suicidios nunca lo sabré
bajo la lluvia blanca espero cuchillos como tu lengua,
estoy acabado; como un vado cualquiera que corta un río
estoy acabado para siempre,
este terrible esperar el final de una película rancia,
todo el mundo pidiendo belleza y victoria a gritos
como niños que pidieran caramelos,
mis manos abiertas
imperturbables manos
imperturbable mente
imperturbable umbral
enviad vuestras flores a Shakey Joe
o a Mantequilla-con-Nueces Carlyle
que es posible que le den un fin práctico
antes de que todo, el mundo entero,
esté muerto.


/Charles Bukowski/ Madrigales de la pensión/

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