jueves, 15 de julio de 2010

Otra balada

Aquí termina el testamento,
y también acaba el pobre Villon.
Vengan a su entierro
cuando oigan las campanas,
vestidos de rojo escarlata,
pues murió mártir de amor.
Esto juró sobre sus propias bolas,
cuando del mundo quiso partir.

Y bien sé que no miente,
pues fue perseguido como un leproso,
odiado por aquella a quien amaba;
tanto que, de aquí al Roussillon,
no hay arbusto ni espina
que no tenga -y dicho sin mentir-
un jirón de su ropa,
cuando del mundo quiso partir.

Así es y tan verdadero,
que al mori no tenía más que harapos.
Y es más, al morir, aún de esta manera
le seguía picando el aguijón del Amor;
más agudo y firme que un punzón
de talabartero, se lo hacía sentir,
ajustando más fuerte que el cinturón,
cuando del mundo quiso partir.

Príncipe, gentil como el halcón,
escucha lo que hizo antes de morir:
se tomó un trago de vino tinto,
cuando del mundo quiso partir.

/Francois Villon/

miércoles, 14 de julio de 2010

Bebiendo solo a la luz de la luna

Si el Cielo no tuviera amor por el vino,
no habría una Estrella del Vino en el cielo.
Si la Tierra no tuviera amor por el vino,
no habría una ciudad llamada Fuentes de Vino.
Como el Cielo y la Tierra aman el vino,
puedo amar el vino sin avergonzar al Cielo.
Dicen que el vino claro es un santo,
el vino espeso sigue el camino (Tao) del sabio.
He bebido profundamente de santo y de sabio,
¿qué necesidad entonces de estudiar los espíritus
y los mortales?
Con tres copas penetro el Gran Tao,
tomo todo un jarro, y el mundo y yo somos uno.
Tales cosas como las que he soñado en vino,
nunca les serán contadas a los sobrios.

/Li Po/

martes, 13 de julio de 2010

Balada del perdón

A cartujos y a celestinos,
a mendicantes y a devotas,
a holgazanes y a presumidos,
a rufianes y bellas cortesanas
que usan camisa y ajustada la cintura,
a vanidosos, muertos de amor
que calzan sin quejarse botas ásperas
a todos les grito: ¡Perdón!

a las putitas que enseñan las tetas
para atraer a su gentil clientela,
a los pendencieros que provocan alborotos,
a saltimbanquis con sus entretenimientos,
a locos y a locas, a papanatas y tontas,
que silban de seis en seis
con vejigas y cetros,
a todos les grito: ¡Perdón!

Pero no a los traidores mastines
que me han hecho penar día y noche
y a los que ya no temo, son
sólo tres insignificantes cagadores.
Haría para ellos pedos y eructos,
pero no puedo, pues estoy sentado.
Y entonces, para evitar querellas,
a todos les grito: ¡Perdón!

Que les aplanen las quince costillas
con grandes mazos, fuertes y pesados,
con látigos que tengan pelotas de plomo,
a todos les grito: ¡Perdón!

/Francois Villon/

lunes, 12 de julio de 2010

Balada de buena doctrina

Ya seas portador de bulas,
o tramposo en juego de dados,
acuñador de monedas falsas
(con riesgo de ser escaldado),
traidores perjures, falto de palabra;
seas ladrón, rapiñador o saqueador,
¿a dónde crees que va tu dinero?
Todo a la taberna y a las mujeres.

Versea, haz burlas, toca el címbalo y el laúd,
seas loco, disfrazado o desvergonzado;
seas charlatán, farsante, tocador de flauta;
representes en villas y ciudades farsas,
juegos e inmoralidades;
ganes al azar, a las cartas, a los bolos.
Escucha bien: también se va
todo a la tarberna y a las mujeres.

¿Ante tales inmundicias retrocedes?
Trabaja, siega campos y prados,
atiende y alimenta a caballos y mulas,
si es que no eres letrado de algún modo;
tendrás bastante, si le tomas gusto.
Pero si tomas el cáñamo o lo limpias,
¿no dedicas el trabajo que has hecho,
todo a las tabernas y a las mujeres?
Toma tus calzas, recoge tus vestidos
y todas tus ropas;
antes de hacer algo peor, llévatelo
todo a las tabernas y a las mujeres.

/Francois Villon/

domingo, 11 de julio de 2010

Epitalamio

Tus manos introducirán mi bello miembro asnil
En el sagrado burdel abierto entre tus muslos
Y quiero confesarlo, a pesar de Avinain,
¡Qué me importa tu amor con tal que alcances gozo!


Mi boca a tus pechos blancos como petits suisses
Hará el abyecto honor de chupadas sin veneno
De mi verga masculina en tu coño femenino
El esperma caerá como el oro en los moldes.


¡Oh, mi tierna puta! tus nalgas han vencido
De todos los frutos pulposos el sabroso misterio,
La humilde rotundidad sin sexo de la tierra,


La luna, cada mes, tan orgulloso de su culo
Y de tus ojos surge aunque les veles
Esta obscura claridad que de las estrellas cae.



/Guillaume Apollinaire/Las 11,000 vergas/

sábado, 10 de julio de 2010

viernes, 9 de julio de 2010

Borracho y Sobrio

Un huésped reside en mí,
nuestros intereses no son completamente los mismos.
Uno de nosotros está borracho,
el otro está siempre despierto.
Despierto y sobrio
nos reímos el uno del otro,
y no comprendemos el mundo del otro.
Propiedades y convenciones,
qué tontería seguirlas muy seriamente.
Sé orgulloso, no estés involucrado,
entonces te acercarás a la sabiduría.
Escucha tú, viejo borracho,
cuando el día muere,
enciende una vela.

/Tao Yuan-ming/

jueves, 8 de julio de 2010

Retiro en Chung Nan

Ya maduro, mi corazón
halló la senda,
Y decidí vivir
al pie de esta montaña.
Cuando mi espíritu se agita,
vago solitario
En medio de la belleza
que es todo para mí.
Sigo caminando hasta donde el agua
obstruye mi sendero,
Luego me siento y contemplo
las nubes que ascienden:
Y algún día encontraré
al viejo leñador
Y charlaré y reiré
sin retornar jamás.

/Wang Wei/
una de varias posibilidades de traducción

miércoles, 7 de julio de 2010

Mudanza de casa

Hubo un tiempo en el que quería vivir en una villa del Sur,
pero no porque me guiaran los augurios.
había escuchado que muchos hombres simples vivían allí,
con ellos estaría contento de pasar mis mañanas y mis noches.
Durante muchos años este fue mi deseo,
y hoy voy a realizar mi tarea.
Una cabaña tan pobre no necesita ser espaciosa,
todo lo que quiero es una cama y un colchón.
Con frecuencia mis vecinos vendrán a verme,
discutiremos vociferando acerca de los tiempos de la antigüedad,
disfrutaremos leyendo escritos raros,
y aclararemos todas las interpretaciones dudosas.

/Tao Yuan-ming/

martes, 6 de julio de 2010

No a liberar a Irak de mí

Esta tinta derramada en vuestra prensa
es la sangre de mi país.
Esta luz diluviada de vuestras pantallas
es el brillo de los ojos en los niños de Basora.
Éste que está sollozando en la oscuridad de su exilio
soy yo;
Huérfano después de que hayáis matado a mis padres: Tigris y Eufrates;
Viudo después de que hubierais crucificado la pareja de mi alma: Irak
Oh... por ti, tierra mía: crucificada de entre las regiones.

Ay... de vosotros, señores de la guerra
Escuchadme:
No a la fiesta de los ejércitos en el tejado de mi casa.
No al verdugo que habéis plantado o al que vais a plantear.
No a vuestra libertad caída sobre las cabezas de mi gente en bombas
No a liberar Irak de mí o a mí de él.
Yo soy Irak.

Mis hierbas son las letras y sé lo que quiero.
Dejadme a mí mismo, a mi rabel y a vuestra ausencia.
Volved a vuestras películas detrás del océano.
Dejad para mí lo que queda
de los minaretes, de los mausoleos de mis ancestros,
de las tumbas de mi familia ...
Y bebed de las copas del petróleo hasta que os saciéis.

Robad la miel del azufre y la arena del desierto.
Llevad con vosotros vuestros clientes.
Llevaos al dictador con cada parte de vosotros que ha comprado con mi sangre.
Llevad lo que queráis y marchad,
dejadme sólo
con lo derribado de los sueños de mi hermana,
con el incendio de las palmeras en las orillas de Mesopotamia,
con los huesos de mi padre
y el té de la merienda.

Dejadme sólo
con las canciones tristes del sur,
con la danza degollada del norte
y con el pavo real de los Yasidíes.
Dejadme sólo
curando las heridas de mi tierra Irak
Sólo...
igual que María...
sólo con mi solitario...
Mi país: el crucificado de entre las regiones.
Sabré cómo animar su resurrección.

Sabrá cómo renacer de su ceniza.
¿Acaso habéis olvidado que él es el creador del Fénix?


Ay, un infierno, para vosotros señores de la guerra
Escuchadme:
No asustéis a las nubes de Bagdad con vuestros aviones.
No sembréis soldados en nuestro jardín.
No quitéis la chilaba a mi madre.
No. Grito no a liberar Irak de mí o a mí de él.
Yo soy Irak.
Las aldeas han florecido de mi abrigo, y sé lo que quiero.
Dejadme a mí mismo, a mi familia y a vuestro olvido.


/Muhsin Al-Ramli/

domingo, 4 de julio de 2010

Muhammad

Muhammad,
acurrucado en brazos de su padre, es un pájaro
temeroso
del infierno del cielo; papá, protégeme,
que salgo volando, y mis alas son
demasiado pequeñas para el viento… y está
oscuro
Muhammad,
quiere volver a casa, no tiene
bicicleta, tampoco una camisa nueva.
Quiere irse a hacer los deberes
del cuaderno de conjugación y gramática; llévame
a casa, papá, que quiero prepara la lección
y cumplir años uno a uno…
en la playa, bajo la palmera…
Que no se aleje todo, que no se aleje…
Muhammad,
se enfrenta a un ejército sin piedras ni
metralla, no escribe en el muro; “Mi libertad
no morirá” – aún no tiene libertad
que defender, ni un horizonte para la paloma
de Picasso. Nace eternamente el niño
con su nombre maldito
¿Cuántas veces renacerá, criatura
sin país sin tiempo para ser niño?
¿Dónde soñará si se queda dormido…
si la tierra es llaga y templo?
Muhammad,
ve su muerte viniendo ineluctable, pero
se acuerda de una pantera que vio en la tele,
una gran pantera con una cría de gacela acorralada
mas al
oler de cerca la leche
no se abalanza
como si la leche domara a la fiera de la estepa
“Entonces –dice el chico—me voy a salvar”.
Y se echa a llorar: “mi vida es un escondite
en la alacena de mi madre, me voy a salvar… yo
daré fe”
Muhammad,
ángel pobre a escasa distancia del
fusi de un cazador de sangre fría. Uno
a uno la cámara acecha los movimientos del niño
que se funde con su imagen:
su rostro, como la mañana, está claro,
claro su corazón como una manzana,
claros sus diez dedos como cirios,
claro el roció en sus pantalones.
Su cazador debería habérselo pensado
dos veces: le voy a dejar hasta que sepa deletrear
esa Palestina suya sin equivocarse…
me lo guardo en prenda
y ya le mataré mañana, ¡cuando se revuelva!
Muhammad,
un Jesuita duerme y sueña en
el corazón de un icono
fabricado de cobre,
de madera de olivo,
y del espíritu de un ´pueblo renovado.
Muhammad;
hay más sangre de la que precisan los noticiarios
y a ellos les gusta: súbete ya
al séptimo cielo
Muhammad.


/Mahmoud Darwish/

sábado, 3 de julio de 2010

La prostituta del campamento

Lo que se proponen aquellos que visitan su casa
Es palpable
Tan puros, tan altivos.

Los que se quedaron hasta tarde en los campos
La encontrarán colgando junto a los arbolitos
Los cinco peldaños musgosos
Luego la buganvilia junto a la puerta.

Sus brazaletes resuenan en su sueño como un caballo fantasma
Sus ropas interiores colorean sus sueños
Sus senos bien trillados como el sendero hacia el molino
Sus movimientos rituales entre la cama y la palangana
Cual canción popular toda la ira.

La naturaleza muerta en la pared
Las sábanas y las dos almohadas
El aroma de la colonia barata
Las uñas tras la pared
Donde el olor de sus ropas queda flotando
El jazmín más allá de la ventana

Los torpes retorcimientos de su cuerpo
La tensión que llena su silencio

Las intenciones de aquellos que pasan por su casa
El marchante y el huésped,
Los estudiantes, oficinistas y los pollos
Los directores, los guardias y los perros,
Los porteros, los gatos y los verduleros
Los padres y los hijos
Todos aquellos que han dejado su olor en su insomnio
Todos estaban allí
Detrás de los niños
El carromato
El ataúd
Tan puros, acompañándola a su destino.

/Ghassan Zaqtan/Tarteeb al-wasf/Poniendo en orden la descripción/

viernes, 2 de julio de 2010

POLLA DE NAPALM

Saludos desde mi polla que viaja a mil millas por hora
y yo subido en ella cabalgo mi propia polla
y alzo uno de mis brazos al aire y grito, río, sonrío,
alzo mi sombrero por vosotros
y os río-sonrío cuando os adelanto a mil millas por hora.
Miradme cabalgando la punta de mi polla.
Quiero que me reverenciéis a mi paso
que sintáis el poder mayestático de mi polla, que digáis:
tanta belleza no ha podido ser pensada por un dios bueno.
Y yo seré magnánimo y ecuánime
y me quitaré el sombrero al pasar delante de las señoras
y ya nada nunca será igual dentro de ellas
porque mi esencia las habrá cautivado.
Serán algo nuevo después de mí, mi germen no es inocuo,
y ya no reconocerán a los de su misma especie
y copularán con animales y plantas vivos o muertos,
para poder calmar su ansia, para poder calmar mis exigencias.
Porque yo someto a mi tiranía
a todos los que han osado mirarme a los ojos.
Son míos y yo me expreso por sus actos.
Y todas las mujeres, todos los hombres,
desearán cabalgar un día en la grupa de mi polla.
Traigo la esencia de un nuevo mundo.
Mi semen regará los campos y las montañas,
regará con su húmeda calidez a las estúpidas campesinas
que follan, desnudas, la tierra húmeda y cálida,
que buscan ser fecundadas por la Madre Tierra
desconociendo que ahora la Madre Tierra soy yo
y cada vez que golpean sus sexos abiertos
contra el suelo, golpean contra mi polla
y sienten como ella las penetra y las colma de placer
aunque después solo queden pequeños
granos húmedos y cálidos de tierra baldía.

Polla de napalm,
eyaculación mortífera que destruye todo a su paso.
Yo soy el ser que controla Su Chorro.
Vedla eyacular sobre pastos y ciudades,
vedme a mí dirigiendo su carga abrasadora.
Ved cómo todos a su paso se puestran ante mí
y cómo yo, y mi polla, dirigimos la Muerte hacia ellos
que caen rígidos, imperfectos, en una inmolación divina y sensual.
Yo cabalgo mi polla y mi polla lleva el Infierno.
Entra en las jovencitas y en las casas, en los hombres y en los establos,
fecunda desolación y muerte, pues tras su chorro de napalm
sólo queda la más perfecta de las religiones.
Y mis fieles me adorarán sin dudar, y la sangre fluirá libre,
y la muerte será un nuevo nacimiento
a una nueva era, a una nueva estirpe, a un nuevo sentido
de los cuales yo soy el Mesías,
el último Profeta de los llegados hasta vosotros.
Y mi señal es mi propia polla, polla de napalm que purifica
cuerpos y mentes, tierras y casas,
para que el pecado desaparezca, para que nada mancille mi señal.
He de llegar hasta vosotros, he de ser vuestro dios ejemplar.
Enseñadme vuestros sexos desnudos y haré de vosotros ángeles,
un coro de ángeles negros de gran coño negro,
cantando alegres a los lados de mi polla de napalm.
Y vuestras alas negras de vello púbico se agitarán a mi vera,
y eso será el invierno.
Y vuestros rostros negros de vagina abierta, cantarán mi canción,
y eso será la primavera.
Los niños, alborozados, se acercarán a mí.
Permitid que los niños se acerquen a mí.
Permitid que los niños se acerquen a mi polla de napalm.
Que mi especie riegue sus pieles virginales,
que mi semen mortal penetre a través de sus poros,
que sean míos cuando yo sea de ellos,
que el fin llegue conmigo y que nada más haya tras de mí.

Fecundaré a vuestras hijas antes de la primera menstruación.
Y mis hijos habitarán su vientre
durante treinta y tres días con sus treinta y tres noches
y después resucitarán a la vida.
Yo, orgulloso, los observaré desde el Cielo,
observaré como sus niñas-madres los arrullan en sus brazos.
Veré como la leche no brota de sus pechos incipientes
y yo los alimentaré con napalm y mi sangre.
Mi carne será su fluido.
Para después desaparecer de sus existencias.
Para esconderme tras un árbol, invisible,
y aguardar su hora, el momento de su reinado.
Para sentir cómo mi esencia domina el mundo sin mí.

Después de a los dioses, fecundaré a los héroes.
Montaré sin pudor a las hembras de todas las razas animales.
Mi semilla entablará luchas en sus vientres,
hallará óvulos blancos y óvulos negros. Y progresará.
Vedme sobre el lomo de una perra, observad mi rostro gozoso:
yo soy ese que no tiene estirpe,
ese que siembra su esencia en todas las entrañas fecundas
a su alcance. Heredaréis mi obra.

Ved el Infierno en torno a vosotros.
No, no es fácil de comprender si se persiste en estar ciego.
Yo no tengo forma definida pero podéis notar mi presencia.
Sentidme observándoos cuando hacéis patéticamente el amor,
cuando paseáis por el parque
con una sonrisa de satisfacción en vuestros labios:
todo va bien. Sentid mi presencia pues no es inocua.
Llevo conmigo el poder de mil años de destrucción,
llevo la sangre de todos los muertos culpables
corriendo mis venas. Carezco de armas.
Voy desnudo y pretendo mataros
con mis propias manos. Mirad siempre en torno a vosotros
y estad alerta. Yo siempre estaré ahí.
En los ojos de un viejo crepuscular,
en el andar de un perro cojo, en el precioso cisne
que flota muerto en el centro del estanque.

Trascenderé un rato después de que el Infierno
tapice sus paredes de terciopelo azul
y llegaré pronto hasta vosotros, creedme.
Me postraré y rezaré recogido sobre mi regazo.
Alguien llamará a la policía y seré esposado y detenido,
encerrado en una sala de techo alto
y mi gran polla de napalm requisada y ocultada en un almacén.
Pero yo seguiré rezando por vosotros
porque yo soy Cristo Resucitado.
y de mi simiente en los vientres de las jovencitas
nacerá la nueva era.

Y me elevaré sobre vosotros con los brazos y las piernas
abiertas y mi cuerpo horizontal, y navegaré por el aire
en búsqueda de lo que no existe,
porque vosotros no existís, no sois sino tierra yerma
en la que nada ha aún creído, y de mi polla brotará
la simiente que os fecundará, el napalm sagrado.
Seréis regados con mi líquido creador,
y él penetrará en vuestros cuerpos
a través de todos los poros de la piel,
y sentiréis placer, y sentiréis dolor,
y luego no sentiréis nada porque entonces yo ya estaré
sintiendo por vosotros todo lo que vosotros
no habéis sido capaces nunca de sentir.
Y advendrá una nueva era de sufrimiento.
Estaréis vacíos porque yo estaré en vosotros
y, cuerpos huecos, reptaréis con una sonrisa en los labios
hasta el día de vuestra muerte definitiva.

Postraos ante mi polla y todo tendrá sentido.
Ved cómo surge la simiente de ella y cómo ésta os riega y fecunda.
Observad cómo mi polla se abre ante vosotros
y se convierte en una gran vagina sin clítoris
que os succiona. Y ya estáis en mi coño.
Seguís una gestación inversa hacia la nada.
Hasta desaparecer por completo y ser eliminado
vuestro resto putrefacto en mi menstruación.

Mi gran coño-polla es dulce pero no tiene labios,
es tierno pero está húmedo, es cálido y finge.
Mi gran coño-polla tiene dientes cariados
que os sonríen maliciosamente. Fijad vuestra sonrisa en ellos.
Sentiréis su influjo insoportable cuando la succión esté próxima.
Entraréis dentro de mí y las paredes del coño-polla se dilatarán
a vuestro paso. Naceréis hacia dentro.
Yo soy El Nuevo Mundo, lo fértil e inexplorado,
el Infierno que dará sentido a vuestras existencias.
El Destino. Una sonrisa cariada como señal.

Estoy dentro de vosotros. Extended vuestros brazos al viento,
extended vuestros dedos en vuestras manos.
Separad las piernas, alzad la cabeza, sentid como mi piel
se pliega dentro de la vuestra, como encajo perfectamente
dentro de vosotros, como mis dedos se estiran
dentro de los vuestros, como mis piernas entran
en las vuestras y los dedos de mis pies
se acomodan en el interior de los vuestros,
como mis vísceras ocupan el lugar de las vuestras
y sincronizan sus funciones, dos corazones latiendo al unísono,
cuatro pulmones respirando a la vez,
como mi cráneo se alza hacia arriba
y entra, en el interior de vuestra cabeza.
Ahora mis pensamientos se solapan a los vuestros
y lo que yo pienso es lo que pensáis y no existe diferencia.
Desde hoy mis designios serán vuestra iniciativa,
mi iniciativa, el sentido de vuestra existencia.
Respiro a través de vosotros.

Ahora existe un nuevo orden, un nuevo sentido
en torno a lo que todo se ordena.
La relatividad ya no existe, porque yo soy Lo Relativo;
la evolución de las especies ya no existe,
porque yo soy La Especie.
El Universo entero se ordena en torno a mi presencia.
Todo equidista lo mismo de mí y desde mí.
Lo aprendido se olvidará y yo reinaré durante mil noches.
Después moriré en vosotros y vosotros moriréis conmigo.
No habrá legado. Después de mí, no habrá Nada.
Sólo un estado distinto del bien y del mal.


/Alberto Vásquez/20 poemas pornográficos/

jueves, 1 de julio de 2010

El Amante de Porfiria

The rain set early in tonight,
The sullen wind was soon awake,
It tore the elm-tops down for spite,
and did its worst to vex the lake:
I listened with heart fit to break.
When glided in Porphyria; straight
She shut the cold out and the storm,
And kneeled and made the cheerless grate
Blaze up, and all the cottage warm;
Which done, she rose, and from her form
Withdrew the dripping cloak and shawl,
And laid her soiled gloves by, untied
Her hat and let the damp hair fall,
And, last, she sat down by my side
And called me. When no voice replied,
She put my arm about her waist,
And made her smooth white shoulder bare,
And all her yellow hair displaced,
And, stooping, made my cheek lie there,
And spread, o’er all, her yellow hair,
Murmuring how she loved me—she
Too weak, for all her heart’s endeavor,
To set its struggling passion free
From pride, and vainer ties dissever,
And give herself to me forever.
But passion sometimes would prevail,
Nor could tonight’s gay feast restrain
A sudden thought of one so pale
For love of her, and all in vain:
So, she was come through wind and rain.
Be sure I looked up at her eyes
Happy and proud; at last I knew
Porphyria worshiped me: surprise
Made my heart swell, and still it grew
While I debated what to do.
That moment she was mine, mine, fair,
Perfectly pure and good: I found
A thing to do, and all her hair
In one long yellow string I wound
Three times her little throat around,
And strangled her. No pain felt she;
I am quite sure she felt no pain.
As a shut bud that holds a bee,
I warily oped her lids: again
Laughed the blue eyes without a stain.
And I untightened next the tress
About her neck; her cheek once more
Blushed bright beneath my burning kiss:
I propped her head up as before
Only, this time my shoulder bore
Her head, which droops upon it still:
The smiling rosy little head,
So glad it has its utmost will,
That all it scorned at once is fled,
And I, its love, am gained instead!
Porphyria’s love: she guessed not how
Her darling one wish would be heard.
And thus we sit together now,
And all night long we have not stirred,
And yet God has not said a word!

/Robert Browning/Dramatic Lyrics/