miércoles, 4 de noviembre de 2009

sobre la "deseabilidad" de las cosas

Los menos ven claramente lo que encierra el punto de vista de la deseabilidad, cada "así debería de ser, pero no es" o incluso "así debería haber sido" implica: una condena de la marcha total de las cosas. Pues no existe nada aislado en ella: lo más pequeño sustenta la totalidad, sobre tu pequeña injusticia descansa la contrucción total del futuro, en cada crítica que afecta lo más mínimo se condena también la totalidad. Ahora, dando por supuesto, como lo supusiera el mismo Kant, que la norma moral no ha sido nunca perfectamente realizada, que quedaría pendiendo sobre la realidad como una especie de más allá sin caer jamás en ésta: entonces la moral encerraría un juicio sobre la totalidad, el cual admitiría la pregunta: ¿de dónde se toma ella este derecho? ¿Cómo es que la parte llega a ser aquí de juez de la totalidad? -Y si este juzgar moralmente y esta insatisfacción moral ante lo real fueran de hecho, como se ha aseverado, un instinto inextinguible ¿no vendría entonces quizá a hacer parte de aquellas inextinguibles imbecilidades e también inmodestias de nuestra especie? - Pero, en cuanto decimos esto, hacemos aquello que condenamos; la condición de la deseabilidad, el hacer de juez sin autoridad, hace parte del carácter dee la marcha de las cosas, al igual que toda injusticia e imperfección- es justamente nuestro concepto de "perfección" el que no encuentra cumplimiento.Todo impulso que quiera ser satisfecho, expresa su insatisfacción con el estado presente de las cosas: ¿cómo?, ¿es la "marcha de las cosas" quizá justamente el "¡lejos de aquí!" "¡lejos de la realidad!", la eterna insatisfacción misma? ¿es la deseabilidad acaso la fuerza impulsora misma?, ¿es ella -deus?

Me parece importante deshacerse de la unidad, del Todo, de cualquier fuerza, de un incondicionado; no se podría evitar tomarlo como instancia suprema y bautizarlo Dios. Se ha de fragmentar el Todo; perder el respeto por el Todo; restituir a lo más próximo, a lo nuestro, aquello que le hemos dado a lo desconocido y a la totalidad. Lo que Kant, por ejemplo, dice "Dos cosas siguen siendo eternamente dignas de veneración" -hoy diríamos más bien "la digestión es más digna de honra". El Todo conllevaría siempre los viejos problemas "¿cómo es posible el mal?" etc. Así, pues: no hay ningún Todo, falta el gran sensorium o inventarium o despensa de fuerza: en esto [+ + +]

/Fragmentos Póstumos/ Friedrich Nietzsche/

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